¡Sal del armario... y canta!

Es su primera Navidad, no hace falta que lo digas, y se nota en ese brillo especial en tus ojos.

A tí que ya la Navidad ni fu ni fa, más bien los últimos años habían sido cenas de compromiso, estrés de regalos invisibles y visibles, dolor de cabeza con las demoníacas remezclas angelicales de los centros comerciales, con el pavo horas y horas intentando digerirse en tu estómago a tiempo para la cena, afónica de los gritos que en vez de al Trivial parece que os estéis jugando la herencia.
Ahora vas por la calle con tu bebé y vas señalando las luces de Navidad, las del Corte Inglés y las de los chinos, paseas por donde sabes que hay belenes para que vea lo bonitos que son, lo llevas, criatura, a dar la carta al Paje Real, o a Papá Noël. O a los dos, ¡confiesa!
¡Quién te ha visto a tí en una cola que no sea la de Vueling  para una-escapada-romántica-a-Praga!

 En casa pones un árbol de Navidad porque ...hace ilusión , no? y es que la palabrita ilusión desde que te quedaste embarazada no te la quitas de encima, y qué!, A lo mejor desaparece con las ojeras o los pañales.. Nooo las ojeras y los pañales desaparecerán, tranquila, la ilusión, como la energía, se transforma..todo a su tiempo. Un aviso, que no soy traidora. Este árbol tan mono que sea al gusto de tu madre o suegra, con una de las dos irá a parar el año que viene. Las próximas navidades serán muy diferentes. La criatura mostrará su insaciable curiosidad científica según la cual intentará demostrar empíricamente que ciertos elementos son: decorativos, comestibles, o irrompibles. Estas tres categorías son excluyentes y como madre moderna aplaudirás con arrobo cuando el nene llegue por sí solito a esta conclusión. No como yo que soy más bien del cachete en la manita así que lo pillo a punto de suicidar contra el suelo algún pastorcillo incauto. A tí te tocará poner uno de plástico con los adornos irrompibles, tipo campanitas de Nespresso, o de washi-tapi si te sale la vena hipster, avisada estás.

 Ay! hija mía, si estás rebuscando en los cajones del salón y los CDs de villancicos , si es que tenías alguno, están en casa de tus padres.

Ahora va cuando te hago una recomendación de hermana mayor, que es algo que me encanta porque soy la quinta de seis y a mí me han hecho muchas y por eso tengo muuucha experiencia. Y porque cuando conozco algo o alguien que vale la pena, me gusta compartirlo con mis hermanas y amigas.

Hace años que conozco a Beatriz, desde la guarde de las niñas. Ella entonces era profe de inglés y música. Bea es una de esas personas que cuando entran en la habitación parece que alguien ha encendido la luz. Pedagoga, musicóloga, cantante, actriz, alma y carne junto a Ana- otra que tal baila, son tal para cual- de Mendalerenda, muchas ya las conocéis  por su anterior trabajo de Pinocho, y su espectáculo musical para niños.
Ahora se han liado la manta a la cabeza y han lanzado este disco tan bonito de Canciones de navidad.
Algunas las han compuesto ellas, otras, no. Los arreglos son impresionantes, a mi personalmente ese piano me tiene enamorá perdida . El disco es delicioso, un regalazo. Eh! Hay de todo; alguna versión más navideña, alguna más jotera, que la tierra tira, otra más de jazz, una rumbita con mucho salero... al final un tema hecho con trocitos de villancicos de toda la vida, versiones cortitas como para ir cantando con el bebé y que no te de tiempo ni para desafinar.
Así que no te cortes. Si te gusta cantar, aprovéchate, serán las canciones que se le grabarána tu bebé para siempre en la memoria , si no has cantado nunca, ahora es el momento. Sal del armario, canta y pásalo bien, que tu fan número uno lo está esperando, y esperando hacerte los coros. Menudo duetto!

                          
Os va a gustar mucho, ¡ya me lo cantaréis contaréis!



                                     
                                                                      
                                                      Para muestra , este botón.

En nuestro árbol hay campanitas nesspreso, ¿ en el tuyo?